Si piensas que a ti no te va a suceder estás en un error, te sucederá, lo que no sabemos con exactitud es cuando y el daño que te causará. El ciberataque sufrido por el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE), que consiguió bloquear durante varias jornadas tanto su web como su sede electrónica, que provocó un colapso en las 710 oficinas que prestan servicio presencial y en las 52 telemáticas, y que incluso obligó a suspender la actividad y aplazar las gestiones de la ciudadanía, ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de protegerse con antelación y extremar las precauciones ante los ciberriesgos. Nos estamos refiriendo a una combinación de amenazas informáticas que pueden causar pérdidas, daños materiales e intangibles, y a terceros (pudiendo suponer responsabilidad civil e incluso penal) a empresas, trabajadores, particulares, e incluso a Comunidades de Propietarios.
Con la actual pandemia se ha multiplicado el uso de herramientas digitales, tanto para relacionarnos socialmente como en el entorno laboral, lo que supone que el riesgo de sufrir un ciberataque ha aumentado de manera significativa. El año 2020 ha batido todos los récords de ciberataques y vulnerabilidades detectadas. Navegadores, routers domésticos y dispositivos personales usados para el teletrabajo se han convertido en los nuevos objetivos de ataque de los ciberdelincuentes. Aunque la mayor parte de los ataques informáticos que se produjeron el año pasado estuvieron dirigidos a pymes y autónomos, también han crecido exponencialmente los riesgos asociados a sistemas domóticos y de videovigilancia, cada vez más utilizados en las Comunidades de Propietarios.
Todo lo que está conectado es susceptible de sufrir un ciberataque, y por este motivo el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) recalca que, partiendo de la premisa de que resulta imposible crear un entorno digital completamente inaccesible, debemos estar preparados para hacer frente a un incidente de seguridad en cualquiera de nuestros dispositivos electrónicos. Gracias a los seguros de ciberriesgo podremos cumplir satisfactoriamente este objetivo, ya que además de implementar medidas preventivas que minimizarán las posibilidades de ataques cibernéticos y ayudarán a garantizar la ciberseguridad de nuestros aparatos y redes informáticas, en caso de sufrir un ciberataque, contaremos con asesoramiento para solucionar el incidente y recuperar los posibles daños, incluyendo los gastos necesarios para la gestión de una crisis derivada de un ciberataque.
Una gran empresa como Mapfre sufrió un ataque el pasado 16 de agosto de 2020 por una muestra específica de un virus indetectable para el software antivirus que disponía la compañía. La hipótesis es que el ordenador particular de una colaboradora externa fuese infectado con un malware con un mes de antelación. Entre el 1 y el 14 de agosto el atacante obtuvo las credenciales de un administrador de dominio y ejecutó diversos procesos. Hasta el 28 de octubre no se pudo comunicar a la AEPD el cierre de la brecha digital. ¿Cuánto le costó a la empresa este incidente?
Ciberseguridad para pymes y autónomos.
Independientemente de su tamaño, ninguna empresa está a salvo de sufrir un ciberataque. Sus consecuencias pueden alcanzar tanto a la propia pyme o autónomo como a terceros, generando grandes gastos o incluso problemas legales como:
- Paralización del negocio debido a la pérdida de datos (contactos de clientes, proveedores, facturación, stock, etcétera).
- Gastos para la recuperación de los datos, restituir el sistema informático, limpiar dispositivos…
- Publicación de datos sobre la empresa o sobre sus clientes o proveedores con las implicaciones legales que supone, ya que según el Reglamento UE 2016/679, las empresas están obligadas a informar sobre las brechas de seguridad y las violaciones de sus datos.
Por lo tanto, toda pyme o trabajador autónomo debe contar con un procedimiento a seguir para, una vez sufrido el ataque, recuperar pronto el control, desinfectar los equipos, evaluar los daños producidos y tomar las medidas pertinentes. Resulta imprescindible que en él se incorpore un seguro de ciberriesgo que garantice las siguientes coberturas:
- Responsabilidad civil frente a terceros perjudicados.
- Compensación de los gastos que se producen durante la gestión del incidente.
- Cobertura de las pérdidas de la interrupción de la actividad tras un fallo de seguridad.
- Cobertura de los gastos de asesoramiento legal frente a posibles procedimientos administrativos abiertos tras el incidente.
- Asesoramiento durante la gestión de la crisis y servicios adicionales como la reparación de sistemas, la recuperación de datos o la eliminación de software malicioso.
Recientemente una pyme nos comunicó que habían sido víctimas de una estafa inverosímil. El responsable financiero había efectuado una transferencia por importe de 62.000 euros a un proveedor de equipos médicos sin percatarse de que le habían hackeado la cuenta de correo electrónico y manipulado la factura (todo en breves minutos) de tal forma que la cuenta de pago correspondía a otra empresa desconocida.
Ciberseguridad para particulares.
Nuestra casa se ha transformado en oficina, nuestros hijos reciben clases online, consumimos mucho tiempo con películas, series, videojuegos y hacemos contactos a través de la pantalla. Teniendo en cuenta la gran cantidad de datos que en la actualidad recibimos y enviamos desde nuestro ordenador, tablet o smartphone a través de Internet, y que la utilización de un antivirus o un software antimalware para proteger y desinfectar nuestros equipos no es una garantía total de éxito, además de tener algunos conocimientos básicos sobre ciberseguridad doméstica es necesario que contemos con un buen seguro hogar multirriesgo que incluya coberturas de ciberriesgo, como por ejemplo:
- Servicios preventivos en materia de seguridad informática y asesoramiento ante ciberataques. Teletrabajo. Educación y ocio online. Compras online. Asistencia 24 horas prestada por expertos.
- Alteración, pérdida o robo de datos.
- Violación de la privacidad.
- Seguridad en el pago online con tarjetas de pago.
- Extorsión cibernética y riesgos de reputación.
Además, conocedoras de que la ciberseguridad es una necesidad para garantizar la protección de las nuevas generaciones, algunas compañías de seguros también incluyen en sus pólizas de hogar coberturas como detección de delitos de acoso digital, suplantación de identidad en Internet, vigilancia activa de menciones en la red o borrado de huella digital.
Durante el confinamiento, un estudiante desplazado en el extranjero solicitó a su familia el abono de la fianza de un estudio que había alquilado, optaron por realizar una transferencia a la cuenta que el titular del inmueble les había indicado en la factura, con un sencillo hackeo los delincuentes consiguieron desviar el importe de 3.500 euros a una cuenta ilocalizable. El agravante en este caso es que su hijo no pudo acceder a la vivienda pues el propietario del inmueble ante el supuesto impago lo había alquilado a otra persona. Todo sucedió en unas condiciones difíciles por las restricciones de movilidad.
Ciberseguridad para Comunidades de Propietarios.
Ante la llegada de la pandemia de coronavirus que estamos sufriendo son muchas las Comunidades de Propietarios que ya tienen en activo, o están planeando implantar sistemas domóticos que automatizan las diferentes instalaciones de un edificio. Sin embargo, aunque esta integración de la tecnología (IoT) en el diseño inteligente de un recinto cerrado parece solo tener ventajas, también implica nuevos riesgos. En los edificios conectados a Internet, los ciberdelincuentes pueden encontrar un escenario perfecto para llevar a cabo su actividad, ya que la mayor parte de los dispositivos no han sido diseñados pensando en patrones de ciberseguridad y esto hace que tengan muchos puntos vulnerables desde los que un atacante podría acceder a la red local.
Por otra parte, las Comunidades de Propietarios tienen la obligación de cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de Derechos aun cuando la gestión de los datos personales de los propietarios y trabajadores sea realizada habitualmente por un Administrador de Fincas. Como cada vez es más frecuente que los ficheros se guarden en ordenadores, tablets o smartphones conectados a la red, los ciberataques se convierten en una amenaza de primer orden de cara al cumplimiento de esta ley.
Para hacer frente a estos problemas por el momento las compañías aseguradoras no incluyen entre las garantías del seguro multirriesgo para CCPP el ciberriesgo, ofreciendo algunas de ellas servicios de orientación, de ahí la necesidad de suscribir un seguro específico para hacer frente a los daños derivados de la alteración, modificación, destrucción o pérdida de información causados por ciberataques, gracias a coberturas como asistencia informática, gastos de restauración, recuperación de datos, servicios de consultoría y defensa legal.
Una Comunidad de Propietarios, sufrió recientemente la suplantación de identidad de la persona que ejercía el cargo de presidente y un delincuente envió un correo electrónico al Administrador de Fincas con instrucciones para realizar una provisión de fondos a favor del abogado que les llevaría un procedimiento de reclamación a la constructora. El robo cibernético ascendió a la suma de 4.500 euros.
¿No deseas sufrir otro ciberataque?
Actualmente la mejor reja o cierre que puedes instalar en tu vida es un buen seguro de ciberriesgo, una decisión que puedes adoptar con el asesoramiento profesional del equipo de José Silva Correduría de Seguros. Estudiaremos tus necesidades específicas para poder ofrecerte una póliza con coberturas de ciberriesgo personalizadas, con todas las garantías profesionales y claridad en los contratos.
Además, garantizamos un amplio servicio postventa, realizado por un excelente equipo de profesionales que te brindará ayuda en caso de sufrir un siniestro. Puedes contactarnos a través de nuestra página web, dirección de correo josesilva@josesilva.es o llamándonos al teléfono 915353009. Recibirás una inmejorable atención, estamos para ayudarte.
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