Los ciberriesgos no solo ponen en peligro la seguridad de instituciones, empresas y autónomos, sino que también afectan a las familias y particulares. Así lo ha confirmado el ministro del Interior, en la presentación de una campaña de protección, sensibilización y concienciación de la ciudadanía para hacer frente al notable incremento de la cibercriminalidad en España.
Recientemente una amiga y cliente sufrió el robo de fondos de su cuenta por un ciberataque mediante ingeniería social. Tuvimos que activar el asesoramiento tecnológico, realizar un análisis y limpieza de los dispositivos afectados. Sintió satisfacción por seguir nuestro consejo de incorporar a su póliza estas mejoras.
Y es que, en 2022, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contabilizaron 375.506 ciberdelitos, el 15,6% del total de las infracciones penales cometidas el año pasado. Se trata de un un 72% más que en 2019, antes de la pandemia, incremento que se eleva hasta el 352% si la comparación se realiza respecto a 2015. Un gran número de estos ciberdelitos son fraudes o estafas informáticas que afectaron a numerosas familias de nuestro país.
“Este aumento de los ciberdelitos nos ha llevado a un punto de inflexión: hoy, uno de cada cinco delitos en España se comete en la red”, ha explicado Grande-Marlaska, que ha defendido la necesidad de “alertar y sensibilizar a la ciudadanía porque, según destacan los expertos, la ciberdelincuencia y sus consecuencias no generan todavía el necesario impacto social”.
¿Somos conscientes de los ciberriesgos?
La creciente transformación digital de la sociedad ha multiplicado el número de aplicaciones y servicios digitales que utilizamos a diario, pero también el riesgo y el número de ataques. Tanto es así que la ciberdelincuencia es el primer crimen organizado a escala internacional, por delante del narcotráfico y de la trata de personas.
Los cambios en la sociedad que se han producido debido a la crisis del Covid-19, como el aumento del teletrabajo y de las horas que pasamos conectados a pantallas digitales, han hecho crecer exponencialmente los ciberriesgos. Sin embargo, la sociedad española no acaba de ser plenamente consciente del cambio de paradigma en la ciberseguridad personal como daño colateral de la pasada crisis sanitaria. Vivimos una equivocada sensación de ciberseguridad: el 42% de los españoles piensa que “tenemos los mismos ciberriesgos que antes de las crisis del coronavirus” según el último estudio que ha realizado Panda Security.
Descargamos todas las nuevas aplicaciones que necesitamos (para los informes médicos, citas sanitarias, presentación de impuestos etc.), nos conectamos a las redes sociales, abrimos emails, hacemos compras online, facilitamos datos o los recibimos… Y lo hacemos sin ningún miedo, es más, siendo absolutamente indiferentes a las posibles consecuencias de los ciberriresgos. Hasta que somos víctimas de amenazas muy comunes como el malware (programas con intenciones maliciosas), el phishing (hacerse pasar por una web legítima para intentar hacerse con los datos personales o bancarios del usuario) o el ransomware (que bloquea el acceso a un determinado sistema y que exige el pago de un rescate).
Por estos motivos, desde 1997 se celebra cada año el Día de Internet Segura. Se trata de un evento internacional organizado por la red INSAFE/INHOPE de Centros de Seguridad en Internet en Europa, con el apoyo de la Comisión Europea. Esta iniciativa, que se realiza cada febrero, tiene los objetivos de crear conciencia sobre los peligros de los ciberriesgos, promover la ciberseguridad y educar en un uso responsable, respetuoso y crítico de la red.
Prevención y autoprotección: la clave contra los ciberriesgos.
“Será muy difícil proteger a los ciudadanos si ellos no se conciencian primero de que deben autoprotegerse frente a la cibercriminalidad”, afirma el ministro del Interior. Y es que la concienciación en ciberseguridad es básica para proteger nuestra familia y hogar de ciberamenazas tan dañinas como:
- Filtración de contraseñas en la Dark Web, una parte no regulada de Internet, (obtenidas mediante phishing).
- Pérdida de información o secuestro de datos y dispositivos (ransomware).
- Modificación de la información existente.
- Suplantación de identidad, secuestro de cuentas de usuario o cuentas. Bancarias.
- Instalación de programas no deseados (malware del tipo spyware, keyloggers, virus, adware, bundleware, junkware, softwares no deseados).
- Monitorización de la conexión y control del dispositivo, obtención de nuestra huella digital, etc.
El trabajo en remoto o híbrido, implementado en muchas empresas a raíz de la pandemia, ha facilitado la conciliación de muchos trabajadores, pero también debe de poner de relieve la necesidad de protegerse ante estas numerosas amenazas de ciberseguridad que pueblan la red. Según datos de Manuel Ransán, responsable de Ciberseguridad para Menores y Ciudadanos del INCIBE, solo en 2021 se atendieron 109.126 incidentes, de los cuales más de 90.000 correspondieron a ciudadanos particulares.
También debemos tener en cuenta que el entorno digital (no sólo Internet, también las redes sociales, apps y juegos) ofrecen una oportunidad única para que niños, niñas y adolescentes, ejerzan su derecho a acceder a la información y a crear y distribuir su propio contenido. Restringir el acceso de los menores a Internet no es la solución, ya que supone privarles de una valiosa herramienta para su desarrollo. Sin embargo, es necesario que se adopten medidas urgentes y eficaces de prevención y autoprotección.
Por todos estos motivos, los seguros de ciberriesgo, ya habituales en el mundo empresarial, se revelan como una necesidad cada vez más ineludible para las familias. Este tipo de coberturas se incorporan tímidamente como complementarias en las pólizas multirriesgo del hogar o de manera independiente para cobertura de daños propios, reclamación de terceros y protección del menor. Además incluyen asistencia informática doméstica a modo de soporte, resolución de incidencias y dudas sobre aplicaciones, programas informáticos, servicios en Internet y equipos, soluciones tecnológicas de prevención, protección y detección, huella digital, auditorias de seguridad… Incluso ligadas a la formación y concienciación, principalmente enfocadas a la seguridad de los menores.
¿Cómo disponer de buena cobertura ante el ciberriesgo?
Para protegerte y proteger a tu familia ante las amenazas asociadas al uso de la tecnología, tendrás que incrementar la formación en protección y buscar como minorar los riesgos de la ciberdelincuencia. En José Silva Correduría de Seguros somos expertos en la comparativa de seguros, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Hacemos fácil lo complejo.
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