La prima es un elemento fundamental en cualquier contrato de seguro. Su pago garantiza que las aseguradoras puedan asumir los riesgos acordados, plasmados en la póliza, e indemnizar a la persona asegurada o beneficiaria. Actualmente es un factor muy determinante en la decisión del tomador de un seguro. Su adecuado cálculo permite el equilibrio técnico de las aseguradoras para responder de sus obligaciones contractuales ante diversos escenarios y eventualidades.
Comprender cómo se calcula la prima de un seguro ayuda a tomar decisiones acertadas y elegir la póliza que mejor se adapte a nuestras necesidades. En este artículo, además te explicamos sus características, los factores que influyen en su cálculo, cómo varía su coste según el tipo de seguro y qué aspectos debes tener en cuenta para optimizar el precio de una póliza sin renunciar a una buena protección.
¿Qué es la prima de un seguro?
La prima de un seguro es el equivalente al precio que el tomador de la póliza abona para acceder a la cobertura y servicios estipulados en el contrato. Este importe representa la contraprestación económica por el riesgo que asume la aseguradora y debe abonarse en las condiciones establecidas en la póliza para que tome efecto y se mantenga vigente.
El cálculo de la prima se basa en la ley de los grandes números, la estadística. Es una tarea realizada por actuarios, profesionales especializados que analizan datos. Entre ellos el tipo de seguro, el nivel de riesgo asociado, el valor del bien, la edad, la ubicación, la experiencia, estado de salud, mantenimiento. Con todo ello “bien cocinado” identifican la probabilidad de que ocurra un siniestro. La aseguradora, con sus medios o apoyándose en el reaseguro, establece previamente este importe, asegurándose de que sea suficiente para cubrir las indemnizaciones y gastos derivados de la protección ofrecida, aunque no todos sus asegurados lleguen a hacer uso de la cobertura. Lo que se conoce como la “mutualidad del riesgo”.
La prima en la legislación
El Artículo 14 de la Ley de Contrato de Seguro (LCS) establece que el tomador está obligado al pago de la prima en las condiciones estipuladas en la póliza. En caso de que se acuerden primas periódicas, la primera de ellas será exigible al momento de firmar el contrato.
Por otro lado, el Artículo 15 de la LCS señala que, si el tomador no paga la primera prima o la prima única en el plazo acordado, la aseguradora tiene derecho a resolver el contrato o exigir el pago por vía ejecutiva. Asimismo, si el asegurado no ha abonado la prima antes de que ocurra un siniestro, la aseguradora quedará liberada de su obligación de indemnizar.
En definitiva, la prima de un seguro es un elemento esencial del contrato, su pago es obligatorio y debe realizarse por adelantado para garantizar que la póliza tenga plena validez y efectividad.
Composición de la Prima Total o precio final
La prima que se abona por un seguro está compuesta por distintos conceptos que explicamos a continuación:
Prima de riesgo: Es la cantidad mínima que la aseguradora necesita para hacer frente a los siniestros, lo que entra en su caja. También se conoce como prima pura, ya que representa el coste directo de la cobertura sin incluir otros gastos adicionales.
Prima de inventario: Se obtiene de sumar a la prima de riesgo los gastos administrativos de la aseguradora, como sueldos, alquileres, infraestructura tecnológica y otros costos operativos. Este importe garantiza que la empresa pueda gestionar correctamente sus pólizas y la calidad de sus servicios.
Prima comercial o de tarifa: Es la cantidad final que paga el asegurado y resulta de añadir a la prima de inventario los costes asociados a la distribución del seguro, campañas de marketing y publicidad. También se le conoce como prima neta antes de impuestos, ya que refleja el precio que cobra la aseguradora por asumir el riesgo y emitir la póliza.
El precio que abona el tomador del seguro se denomina Prima Total y engloba los tres anteriores y los impuestos y tasas legales repercutibles a cada modalidad de seguro que desglosa el recibo.
Cada una es determinante para el precio final de un seguro lo que permite entender por qué las primas son distintas.
Formas de pago de las primas
Aunque las primas de los seguros se calculan anualmente, según sus pagos y duración pueden adoptar diversas soluciones:
Según su fraccionamiento
- Prima fraccionada: se permite el pago en plazos menores (mensual, trimestral, semestral etc.), facilitando la accesibilidad a los asegurados.
- Prima fraccionaria: Calculada para periodos inferiores a un año, es común en seguros de asistencia en viajes o accidentes.
Según su duración
- Prima única: Se paga una sola vez y cubre todo el periodo del seguro.
- Prima periódica: Se paga de forma recurrente, generalmente de manera anual, aunque también puede ser fraccionada.
En resumen…
El cálculo de la prima de un seguro es un proceso complejo, para determinar su importe se tienen en cuenta los siguientes elementos clave:
Probabilidad de ocurrencia del siniestro: A mayor riesgo de que ocurra el evento asegurado y mayor gravedad en sus consecuencias, más elevada será la prima.
Coste medio de siniestros anteriores: Las aseguradoras analizan datos históricos y estadísticas para estimar la frecuencia y coste de los siniestros.
Valor de los bienes asegurados: Cuanto mayor sea el valor de la suma asegurada, mayor será el coste de la prima.
Tipo de interés técnico: Se utiliza para actualizar y ajustar los importes en función de la evolución financiera del mercado.
Duración del seguro: La vigencia de la póliza también influye en el cálculo de la prima, ya que coberturas a largo plazo pueden implicar ajustes en el coste.
Gastos internos y externos: Comprenden los costes administrativos de la aseguradora, distribución y puesta en el mercado. La buena gestión puede suponer una reducción de las primas.
Finalmente, se aplican impuestos y recargos obligatorios en función al tipo de seguro, como los del Consorcio de Compensación de Seguros o la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras.
Lo práctico: la prima en seguros de daños y personas
En los seguros de daños, como los multirriesgo de hogar o de Comunidades de Propietarios, tiene mucha relevancia la ubicación y características del inmueble, las medidas de seguridad implementadas, el capital asegurado, el historial de siniestralidad y factores climáticos o geográficos que puedan influir en la probabilidad e intensidad de los siniestros.
Por otro lado, en los seguros personales, como los de vida, salud o accidentes, influyen la edad, la duración y el estado de salud de la persona asegurada, su profesión y el nivel de riesgo asociado, el capital asegurado, las coberturas contratadas y hábitos de vida.
Ahora ya conoces como se establece la prima de tu seguro y las variables que intervienen para que los precios puedan variar significativamente entre distintas pólizas y aseguradoras. Ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos a elegir. En la Correduría de Seguros José Silva hacemos fácil lo complejo.
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