Con la reforma del Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones de 2018, se introdujo una importante modificación que ha entrado en vigor este recién estrenado año 2025. Desde el 1 de enero, los ahorradores partícipes ya pueden rescatar las aportaciones realizadas a su plan de pensiones, junto con los rendimientos generados, siempre que tengan al menos 10 años de antigüedad.
De este modo, se presenta un nuevo supuesto de liquidez para quienes desean disponer de su ahorro acumulado sin necesidad de esperar a la jubilación o a situaciones excepcionales, como el desempleo de larga duración o una enfermedad grave. Pero ¿es realmente una buena idea rescatar un plan de pensiones en 2025? En este artículo, analizaremos pros y contras de esta opción para ayudarte a tomar la mejor decisión.
¿Qué dice la ley sobre rescatar un plan de pensiones?
Los planes de pensiones nacieron con el claro objetivo de fomentar el ahorro a largo plazo, ante el riesgo de que las pensiones públicas fuesen insuficientes al alcanzar la jubilación. De ahí que las aportaciones realizadas a estos planes no podían ser rescatadas hasta cumplir la edad legal de retiro. Además, para incentivar su contratación, estas aportaciones gozaban de un magnífico tratamiento fiscal (que fue mermando con el tiempo) para reducir la base imponible del IRPF, lo que supone un interesante ahorro fiscal para el inversor.
La modificación del Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones
En plena crisis del 2018, el gobierno introdujo una modificación en el reglamento de estos productos de ahorro mediante un real decreto que buscaba mejorar su liquidez, con la posibilidad de rescatar las aportaciones que cumplieran al menos 10 años de antigüedad. Esta reforma fue presentada como una medida que otorgaba mayor libertad a las personas ahorradoras.
Asimismo, se establecieron topes en las comisiones que las gestoras pueden cobrar y se introdujo la opción de rescate en circunstancias de enfermedad grave, desempleo prolongado, riesgo de desahucio e, incluso, casos extraordinarios como los afectados por el volcán de La Palma, la DANA de Valencia o la crisis de la Covid-19. Gracias a estas medidas, cada año se rescatan entre 150 y 300 millones de euros de estos productos.
Cabe destacar que el rescate parcial de un plan de pensiones no impide que el titular continúe realizando aportaciones para cubrir contingencias futuras. Esto permite mantener la planificación financiera mientras se aprovechan las ventajas fiscales y la flexibilidad que ofrecen estos programas de ahorro a largo plazo.
El impacto fiscal de rescatar tu plan de pensiones
El rescate del plan de pensiones conlleva implicaciones fiscales, ya que los fondos retirados se consideran rendimientos del trabajo y se integran en la base imponible general del IRPF. Esto puede incrementar significativamente la carga tributaria, especialmente si la cantidad rescata aumenta el tipo marginal de IRPF al que estás sujeto, lo que supondrá pagar un mayor porcentaje de impuestos.
Debemos tener claro que la tributación del dinero rescatado sigue la misma lógica, independientemente del motivo: jubilación, situaciones excepcionales o la posibilidad de rescate por antigüedad de 10 años. Así, el monto se suma a otros ingresos anuales y tributa según la escala del IRPF vigente:
- De 0 a 12.450 euros: 19 %
- De 12.450 a 20.199 euros: 24 %
- De 20.200 a 35.199 euros: 30 %
- De 35.200 a 59.999 euros: 37 %
- De 60.000 a 299.999 euros: 45 %
- Más de 300.000 euros: 47 %
Esto significa que, al rescatar un plan de pensiones, el importe tributará al tipo marginal más alto que corresponda en tu caso. Además, puede implicar un segundo pagador en el IRPF, lo que podría modificar tu obligación de presentar la declaración de la renta.
Ventaja fiscal para aportaciones realizadas antes del 2007
Existe una excepción para las aportaciones realizadas antes del 1 de enero de 2007. Si el rescate se efectúa en forma de capital dentro de los dos años siguientes al momento en que se adquiere el derecho, puedes aplicar una reducción del 40 % sobre el importe rescatado. Por ejemplo, si decides retirar 50.000 euros bajo esta condición, solo tributarías por el 60 % de esa cantidad, es decir, 30.000 euros.
Por ello, es fundamental analizar cuidadosamente el momento y la forma de rescatar un plan de pensiones para minimizar el impacto fiscal y aprovechar al máximo sus beneficios económicos.
Entonces, ¿me conviene rescatar anticipadamente el plan de pensiones?
Rescatar un plan de pensiones no es una decisión sencilla y depende en gran medida de las circunstancias personales. Sin embargo, desde una perspectiva fiscal y financiera, suele ser poco recomendable realizar el rescate de forma anticipada en forma de capital, salvo que exista una necesidad económica real y no haya alternativas más favorables de obtener liquidez.
Desde el punto de vista fiscal, rescatar un plan de pensiones cuando aún estás en activo resulta significativamente más costoso. Esto es debido a que el dinero rescatado se suma a la base imponible general del IRPF como rendimiento del trabajo, y puede empujar al contribuyente a un tramo impositivo más alto debido al carácter progresivo del impuesto. Los tipos marginales en esta base suelen ser más elevados durante la vida laboral activa que después de la jubilación, cuando los ingresos tienden a ser menores.
El nuevo supuesto de liquidez en 2025, que permite rescatar aportaciones con más de 10 años de antigüedad, no siempre será la mejor opción. En general, resulta más beneficioso mantener los ahorros en el plan de pensiones y dejarlos crecer hasta el momento de la jubilación, cuando el impacto fiscal puede ser más bajo y si además se percibe en forma de Renta Temporal o Vitalicia con las necesidades económicas más predecibles.
La clave está en evaluar cuidadosamente la verdadera necesidad del rescate y considerar alternativas menos gravosas antes de tomar una decisión que puede afectar tanto a tu situación fiscal como a tu futuro financiero.
¿Cómo rescatar un plan de pensiones?
Con la nueva normativa que ha entrado en vigor en 2025, rescatar un plan de pensiones será un proceso sencillo y accesible, siempre que las aportaciones acumulen al menos 10 años de antigüedad. A diferencia de otros supuestos de rescate, no será necesario presentar justificaciones ni cumplir requisitos adicionales: bastará con ponerse en contacto con tu compañía aseguradora o mediador de seguros.
Tendrás que solicitar la prestación mediante un formulario, físico u online, y elegir entre las siguientes modalidades de rescate:
- Rescate en forma de capital: Recibirás el importe total acumulado en un único pago. Aunque es una opción rápida y directa, conviene tener en cuenta su impacto fiscal, ya que todo el dinero se integrará en un mismo ejercicio fiscal, pudiendo incrementar el tipo impositivo al que tributas.
- Rescate en forma de renta: El dinero se entrega en pagos periódicos, ya sean mensuales, trimestrales o anuales. Esta modalidad es útil si prefieres gestionar el impacto fiscal a lo largo del tiempo y mantener un flujo constante de ingresos.
- Rescate mixto: Combina las ventajas de ambas opciones, permitiendo recibir una parte del dinero en un pago único y el resto en pagos periódicos. Es una opción flexible que se adapta a distintas necesidades financieras.
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