Un espacio cardioprotegido o cardio seguro es aquel lugar en el que existe un punto de rescate cardíaco y se han establecido ciertas medidas para proteger la vida y la seguridad cardiaca de las personas que lo habitan, visitan o trabajan en él. Es decir, son los que cuentan con un desfibrilador y todo el equipamiento necesario para revertir una parada cardiorrespiratoria en menos de 5 minutos. La diferencia entre la vida y la muerte. Pero, ¿Qué son las Comunidades de Propietarios Cardioprotegidas?
Desde el año 2009, mediante el Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo, se impulsó la regulación de la presencia de desfibriladores en lugares públicos y Comunidades de Propietarios. También las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de estos equipos fuera del ámbito sanitario.
Por lo tanto, se considera una Comunidad de Propietarios Cardioprotegida a la que cuente con un desfibrilador automático o semiautomático externo (DESA). Nos estamos refiriendo a un producto sanitario destinado a analizar el ritmo cardíaco, identificar las arritmias mortales tributarias de desfibrilación y administrar una descarga eléctrica con la finalidad de restablecer el ritmo cardiaco viable con altos niveles de seguridad. Pero, además, los DESA deberán ser utilizados en las condiciones especificadas por su fabricante y ser mantenidos adecuadamente, de forma que conserven la seguridad y prestaciones previstas durante su periodo de utilización.
¿Es necesario el desfibrilador en una Comunidad de Propietarios?
Los datos hablan por sí solos: en España las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte, y la ausencia de desfibriladores provoca que tras un paro cardíaco el índice de supervivencia se sitúe en el 4%.
Contar con un desfibrilador en una zona común del edificio ayudaría a salvar multitud de vidas, más de 15.000 cada año según las últimas estadísticas. Los problemas cardiacos afectan a jóvenes y mayores. Actuar dentro de los 5 primeros minutos tras el suceso es vital para la supervivencia de la persona afectada. Así lo indica la Fundación Española del Corazón. La posibilidad de supervivencia se reduce hasta un 10% por cada minuto perdido. Tener un desfibrilador significa que puede haber una respuesta más rápida a una emergencia. Y que las personas que lo necesitan pueden recibir tratamiento rápidamente. Ayuda a reducir la ansiedad y el miedo si las personas saben que hay un dispositivo disponible para usar en caso de necesidad.
Teniendo en cuenta que aproximadamente el 70% de las paradas al corazón se producen en el propio domicilio del afectado, seremos conscientes de que la instalación de desfibriladores en Comunidades de Propietarios es una pieza clave para lograr reducir el número de víctimas mortales que ocasionan este tipo de patologías. La rápida administración de una descarga a través del desfibrilador puede restaurar el ritmo cardíaco normal.
¿Qué tipo de desfibrilador es necesario?
Un desfibrilador automático o semiautomático, ya que lo puede utilizar cualquier vecino con un mínimo de formación. Su uso es válido tanto en adultos como en menores. Los equipos que se instalan en las Comunidades de Propietarios son denominados Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA). Su principal característica es que el propio dispositivo es el que detecta si es necesario o no aplicar una descarga. Incluso está diseñado para aportar las instrucciones necesarias de forma comprensible a cualquier usuario.
¿Cómo conseguir que mi Comunidad sea un espacio cardioprotegido?
Al ser un nuevo servicio, la propuesta de instalación debe ser tomada por los propietarios en Junta General. El siguiente paso es la instalación de un Desfibrilador Externo Automático (DESA). También se deberán establecer las necesarias pautas de su control y mantenimiento, así como la instalación periférica del resto de componentes de ese espacio cardioprotegido. Los vecinos (propietarios y residentes) deben recibir una formación práctica y presencial de cómo usarlo.
Para romper la barrera inicial, e incluso su coste, José Silva Correduría de Seguros y Grupo GTG hemos unido nuestras fuerzas con el objetivo de que todas las Comunidades de Propietarios sean lugares cardioprotegidos y puedan contar con los recursos de protección adecuados para evitar muertes prematuras.
El Proyecto #VecinosConCorazón.
El Proyecto Vecinos con Corazón de cardioprotección, específico para Comunidades de Propietarios, surge por una misma filosofía de ambas empresas: el cuidado y la protección que ofrecemos a todos nuestros clientes. Su objetivo es muy sencillo: facilitar que todo edificio residencial pueda disponer de un equipo desfibrilador de última generación, de fácil uso, automático y completamente seguro, que ayude a salvar vidas. Por este motivo contamos con el apoyo del Consejo Madrileño de Resucitación (CMR). Nos estamos refiriendo a una entidad científico-sanitaria independiente que persigue fomentar estrategias para el cuidado de la salud y para la divulgación y la formación sanitaria y de emergencias.
Somos conscientes de que para que una Comunidad de Propietarios sea un espacio cardioprotegido no basta con colocar un desfibrilador en sus instalaciones. De ahí nuestro Proyecto #VecinosConCorazón. Además de la instalación y la puesta en funcionamiento de un desfibrilador de última generación, incluye un Pack de Espacio Cardioprotegido. Es decir, mantenimiento durante todo el período contratado, repuestos gratuitos en caso de uso, registro de la instalación, certificación de espacio cardioprotegido, dispositivo anti atragantamiento, formación presencial durante la instalación y muchas otras ventajas.
Este es el mejor momento para implantar un plan de solidaridad vecinal, renovar el sentido humanitario para que tu Comunidad de Propietarios se convierta en un espacio cardioprotegido. Visita la web de Vecinos con corazón o ponte en contacto con nosotros. En la Correduría de Seguros José Silva hacemos fácil lo complejo.
© José Silva Correduría de Seguros 2024.