
En pocas semanas han ardido casi cuatrocientas mil hectáreas en España, según el Sistema de Información de Incendios Forestales de Copernicus (EFFIS). Un agosto trágico para muchas personas del entorno rural. Pero el fuego no solo ha devorado bosques, prados y campos. Varios fallecidos, casas reducidas a cenizas, explotaciones agrícolas destruidas, vehículos calcinados y negocios que han tenido que interrumpir su actividad también son consecuencias de estos incendios forestales. A la tragedia medioambiental y humana se suma un fuerte impacto económico y social.
Ante este panorama, muchas personas se preguntan con preocupación: ¿qué daños pueden cubrir los seguros en caso de un incendio forestal? ¿Esta catástrofe es competencia del Consorcio de Compensación de Seguros? En este artículo te explicamos, de manera sencilla, qué puede cubrir tu seguro ante un incendio forestal y por qué es tan importante establecer las condiciones idóneas para tu contrato de seguro en el momento de la contratación y en cada sucesiva renovación anual.
¿Es un incendio forestal considerado un riesgo extraordinario?
Como apuntan diversas organizaciones de consumidores, los incendios forestales no se consideran un riesgo extraordinario en el Estatuto y Reglamento del Consorcio de Compensación de Seguros. Esto significa que los daños quedan fuera de su ámbito de cobertura. Por tanto, la posibilidad de resarcimiento debe estar dirigida a las pólizas de los bienes afectados, por ejemplo, de la vivienda, coche o negocio. Será la cobertura de cada póliza la que determine el alcance de la indemnización.
Sin embargo, no todos los bienes afectados tienen una cobertura mínima de seguro. Según datos de UNESPA, en las provincias más gravemente afectadas por los incendios de este verano, alrededor del 40% de las viviendas no tienen seguro de hogar. Este hecho deja a miles de familias sin posibilidad de reclamar los daños sufridos.
Además del duelo, ahora comienza el período de conocer qué daños específicos se pueden reclamar en caso de que el fuego o el humo hayan afectado una vivienda, vehículo o actividad comercial, especialmente los alojamientos rurales.
Qué daños por un incendio forestal cubre cada tipo de seguro
Lo primero que conviene tener en cuenta es que el resarcimiento de las consecuencias de un incendio forestal depende exclusivamente de las ayudas públicas o privadas y de los seguros, como por ejemplo:
Seguros de hogar y comunidades
En todos los seguros de hogar la cobertura de incendio es de contratación obligatoria, con los matices de cada aseguradora. Esto permite solicitar la indemnización de los daños sufridos en la vivienda y en los bienes que se encuentren en su interior si está contratado el contenido. En el caso de las Comunidades de Propietarios, las aseguradoras atenderán los daños de las llamas y el humo en la edificación (paredes, forjados, estructura…) y en sus zonas comunes (portal, escaleras, ascensores, jardines…).
Seguros de negocios
Las pérdidas no solo afectan a los daños directos, sino también a los consecuenciales. De ahí la importancia de un adecuado diseño del programa de seguros para negocios que contemple también los bienes de terceros alojados o depositados. Incluso la interrupción de la actividad, un aspecto crucial para negocios que dependen de su operativa diaria para atender sus gastos fijos y los beneficios esperados.
Seguros de vida y de accidentes
Los seguros de vida cubren el fallecimiento del asegurado, garantizando un pago a los beneficiarios designados en la póliza. Por su parte, los seguros de accidentes se activan cuando se producen lesiones o daños físicos derivados del incendio forestal, como persona afectada por su actividad de ayuda en la extinción o como actividad profesional declarada en la póliza. Además, ambos suelen incluir indemnizaciones por incapacidad temporal, permanente o secuelas físicas ocasionadas por el siniestro. También el seguro de vida o salud colectivo, contratado por una empresa, puede incluir hechos relacionados.
Seguros agrícolas
En los seguros de explotaciones ganaderas, agrícolas y pecuarias, los daños por incendio forman parte de la garantía básica, sea cual sea la modalidad asegurada. En las instalaciones del campo tanto las propias instalaciones como el ganado, la maquinaria, los vehículos agrícolas, la producción forestal, acuícola, apícola, pecuaria, los inmuebles y demás, son asegurables de forma global o por actividades individualmente. Por tanto, el análisis de cada póliza despejará la incertidumbre.
Seguros de coche y moto
En lo que respecta a los vehículos, la situación es diferente. Para que estén cubiertos frente a un incendio forestal, es necesario que cuenten con un seguro “a todo riesgo” o con un terceros ampliado a daños propios por incendio. Las pólizas más básicas, como el seguro obligatorio de responsabilidad civil simple o el de terceros con lunas, no incluyen esta protección.
Cómo reclamar la indemnización por un incendio forestal
Una vez ocurrido el siniestro, los plazos van dando lugar a las distintas fases del procedimiento. La Ley de Contrato de Seguro establece un período de siete días para hacerle saber al asegurador los hechos ocurridos. Este aviso puede realizarse por escrito u otro medio indubitable y, en la medida de lo posible, acompañado de información sobre el alcance de los daños del incendio.
Tras la notificación, la aseguradora tiene cuarenta días para valorar los daños y abonar un pago mínimo provisional. El pago de la indemnización total debe ser realizada en un plazo máximo de tres meses desde el momento en que se produjeron los daños por el incendio forestal.
Estos plazos son muy relevantes, ya que cualquier incumplimiento puede complicar el proceso y retrasar la recuperación económica de las personas afectadas e incurrir en perjuicios reclamables e intereses de demora.
También conviene subrayar que una reclamación sólida requiere pruebas claras del alcance del siniestro, que pueden ser aportadas mediante un peritaje de los daños encargado por el asegurado. Fotografías, vídeos, inventarios y facturas son elementos necesarios para que la aseguradora reconozca la magnitud de las pérdidas. Por este motivo es muy recomendable guardar copias digitales de la documentación más relevante en la nube o en dispositivos externos, de forma que no se pierda en caso de incendio.
Además, es importante no llevar a cabo reparaciones inmediatas, salvo aquellas estrictamente necesarias para evitar un deterioro mayor. Modificar la escena del siniestro puede dificultar el trabajo del peritaje y poner en riesgo la correcta valoración de los daños.
Qué hacer en caso de desacuerdo con la indemnización
No siempre la cuantía ofrecida por la aseguradora refleja el valor real de los daños sufridos, sin que haya intencionalidad sino falta de pruebas. En estas situaciones, el asegurado puede reforzar su reclamación presentando presupuestos de reparación o reconstrucción que respalden el importe solicitado. Si la diferencia proviene de la interpretación de la póliza, lo primero es acudir al servicio de atención al cliente de la compañía para intentar resolver la discrepancia.
La importancia de contar con asesoramiento profesional
Aquí es donde adquiere importancia el magnífico trabajo del corredor de seguros. A diferencia de los agentes exclusivos y vinculados a una aseguradora, el corredor trabaja de manera independiente y defiende fundamentalmente los intereses de su cliente. No solo se encarga de asesorarle, sino que también gestiona la reclamación frente a la compañía aseguradora y ayuda en el proceso de aplicar el artículo 38 de la Ley de Contrato de Seguro, en caso de discrepancia en el importe de la indemnización.
Si pese a todo la respuesta del servicio de atención al cliente y el Defensor del Asegurado no es satisfactoria o no llega en el plazo de dos meses, la reclamación puede elevarse al Servicio de Quejas y Reclamaciones de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, que debería dictar resolución en el plazo de cuatro meses. Y en última instancia, cuando ninguna de estas soluciones resuelve el conflicto, la vía judicial es la última opción para obtener la prestación pretendida. En esta fase, disponer de un seguro de protección jurídica aporta medios legales y económicos para el procedimiento.
Ante la gravedad de los recientes incendios forestales en España, las diversas entidades que conforman el sector asegurador se han movilizado rápidamente en apoyo a las personas afectadas. En la Correduría de Seguros José Silva, gracias a nuestra dilatada experiencia, sabemos lo duro que es afrontar estas situaciones y nos comprometemos a proporcionar soluciones prácticas y personalizadas, que aporten un plus de tranquilidad cuando más se necesita.
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