Los consumidores, de forma individual, también podemos tomar medidas ante la espectacular inflación que nos acompaña desde finales de 2021 y que según los ciclos económicos no tiene un final próximo.
A pesar de las medidas adoptadas por gobiernos y bancos centrales, el IPC sigue reflejando un aumento de precios no visto, en España, desde hace bastantes años. Una conjunción de factores la motivan y mantienen en el tiempo: los estímulos monetarios y fiscales implementados para afrontar la pandemia, la crisis energética, la guerra de Ucrania…y quizá porque ya tocaba. Sus consecuencias más evidentes afectan de lleno al bolsillo de todos los consumidores, especialmente a los de menores ingresos, con una:
- Pérdida de poder adquisitivo porque los salarios no suben al mismo ritmo.
- Disminución de la capacidad de ahorro, debido a que las mayores subidas se están produciendo en productos básicos.
En estos momentos debemos comprender que simplemente ahorrar ya no es suficiente para asegurar nuestro futuro financiero. Si el rendimiento del dinero no está creciendo al mismo ritmo que la inflación, estamos perdiendo poder adquisitivo. La banca no ayuda porque no retribuye los ahorros lo suficiente, pudiendo hacerlo. El sector asegurador, una vez más, demuestra su solvencia y solidaridad, poniendo al alcance de los ahorradores productos que pueden batir la inflación.
Sin duda, la mejor forma de proteger nuestro futuro frente a la inflación es invertir en magníficos productos aseguradores, líquidos, a plazos desde uno a 5 años o más, que protejan nuestro patrimonio y nos permitan obtener un rendimiento al menos igual al ritmo de la inflación.
Instrumentos valiosos en épocas de alta inflación.
No cabe duda, el rol de los seguros a la hora de prevenir las pérdidas de las personas, hogares y empresas gana importancia en este contexto inflacionista que estamos viviendo: aportan un extra de flexibilidad financiera a quienes han visto recortado su poder adquisitivo.
Un claro ejemplo es que quienes han logrado mantener sus ahorros son las personas que han invertido en productos aseguradores garantizados con participación en beneficios, que les garantizan una rentabilidad igual o superior a la de la inflación. Nos estamos refiriendo a los denominados seguros de vida-ahorro.
¿Cuáles son los seguros de vida-ahorro?
Los seguros de vida-ahorro son aquellos que ofrecen, en sus diferentes modalidades una combinación para ahorrar de forma periódica con una rentabilidad garantizada y también para invertir excedentes de liquidez temporales. Las diferentes opciones del mercado permiten seleccionar aquella que mejor se ajuste a nuestras necesidades y objetivos.
Por ejemplo, los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) tienen un favorable tratamiento fiscal y flexibilidad, ya que no es necesario hacer aportaciones constantes.
Los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP) proporcionan la seguridad de contar con un tipo de interés durante todo el periodo de su inversión y, por lo tanto, ofrece un capital a vencimiento conocido de antemano en el momento de realizar la aportación.
Los Unit Linked, un híbrido entre seguros de ahorro y de inversión donde el ahorrador asume el riesgo de la inversión, tienen un gran potencial de rentabilidad y capacidad de gestión.
Los Planes de Previsión Asegurados (PPA), con régimen jurídico y fiscal similar a los planes de pensiones, garantizan al titular un tipo de interés y un capital cierto a la fecha de vencimiento de la garantía.
Los seguros de rentas vitalicias garantizan que el titular recibirá una renta periódica durante los años que se pacten o incluso de forma vitalicia, a partir de un momento determinado, con muy baja tributación fiscal.
Los seguros de vida, esa asombrosa opción.
La finalidad de un seguro de vida es la protección, razón por la cual son una opción muy conveniente para lograr que nuestros ahorros e inversiones se mantengan a buen recaudo ante la inflación, sin dejar a un lado su principal interés como es el amparo en caso de fallecimiento del asegurado o invalidez que impida desempeñar una actividad laboral.
También sirve para liquidar deudas hereditarias. Además, como especifica la Ley de Contrato de Seguro el derecho de inembargabilidad de los seguros de vida garantiza que el beneficiario siempre percibirá la indemnización.
Por lo tanto, los seguros de vida ahorro son la opción adecuada para aquellas personas que desean acumular dinero para financiar proyectos futuros, como la educación de los hijos, la compra de una casa o la jubilación.
Algunos ahorradores como Miguel, funcionario de prisiones, Luis, empresario con 20 trabajadores, Juan Antonio, Administrador de Fincas con 50 comunidades gestionadas, Ruper, influencer en redes sociales son ejemplo de clientes que acudieron a nuestro asesoramiento para invertir pequeñas y grandes cantidades. Su entidad financiera no les garantizaba un tipo de interés atractivo y además cobran elevadas comisiones, aunque cada día asumen más autotareas.
Pero debemos tener en cuenta que, para cada perfil de asegurado, existe una opción de contratación conveniente. En nuestra correduría nos formamos permanentemente para estar al día y ofrecer la solución aseguradora que mejor se adapte a las necesidades y particularidades de cada caso. Así alcanzará Miguel un interés neto del 3% por sus ahorros, Juan Antonio rentabilizará el saldo de sus comunidades a un interés del 2,85% sin riesgo y Ruper sabe que dentro de cinco años tendrá un 20% acumulado de rentabilidad, sin preocupaciones. Siempre garantizando las aportaciones realizadas y la rentabilidad positiva.
Puede que tu caso se asemeje a los citados y necesites más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En José Silva Correduría te ayudaremos. Hacemos fácil lo complejo.
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