En nuestra correduría sabemos cómo asegurar una residencia vacacional, nuestros clientes lo saben y por eso no necesitan seguir leyendo. Si todavía no usas nuestros servicios profesionales, queremos ayudarte a escoger el seguro de hogar para segunda vivienda que más se adapte a tus necesidades y particularidades. Te ofrecemos una serie de consejos para que sepas en qué fijarte a la hora de elegir póliza para tu segunda residencia, antes de leer las 20 páginas de media que tiene cada contrato de seguro.
Casi todos los meses se produce una desgracia de la naturaleza: erupciones volcánicas, DANAS, inundaciones y pequeños terremotos son más frecuentes de lo que suponemos. En España tenemos acceso a seguros económicos y además tenemos la ventaja de tener el Consorcio de Compensación de Seguros que nos protegen de estas catástrofes de la naturaleza. Este organismo es un buen ejemplo de cómo mutualizar entre todos los asegurados la cobertura de los riesgos catastróficos. Las segundas residencias, aunque estén en la vega de un río o en un barranco son asegurables. Pero según los datos de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), la mayoría de este tipo de viviendas no cuentan con la protección de un seguro.
Si bien es cierto que las segundas viviendas suelen estar desocupadas la mayor parte del año, este hecho no debe ser excusa para no contar con un seguro de hogar que nos ayude a afrontar los gastos imprevistos de los siniestros. Más bien todo lo contrario, ya que una casa no habitada se halla más expuesta a sufrir averías por desuso, robos, actos vandálicos o daños por fenómenos atmosféricos. Además, debemos tener en cuenta que, si algún percance llega a afectar a otra vivienda colindante y a causarle desperfectos, tendremos que subsanarlo de nuestro propio bolsillo.
Una segunda vivienda supone una gran inversión, ¿Por qué ponerla en riesgo no contratando un seguro para protegerla?
Diferencia entre primera vivienda y segunda vivienda a la hora de asegurar.
Se considera vivienda principal el hogar en el que se reside la mayor parte del año, mientras que una segunda residencia o casa de vacaciones es aquella que se habita de forma ocasional o periódica (por ejemplo fines de semana y períodos vacacionales, que supongan que la vivienda está desocupada más de 30 días seguidos). Sin embargo, una segunda vivienda puede considerarse habitual si está alquilada a terceros o cedida para explotación turística, figuras que es necesario poner en conocimiento de la aseguradora.
Es muy importante identificar correctamente la tipología de vivienda en el contrato del seguro y que tanto el precio como las coberturas contratadas se correspondan al mismo. Las Condiciones Generales no suelen leerse con detenimiento y puede ocurrir que en las distintas garantías de la póliza se exija que la vivienda no esté deshabitada durante un determinado tiempo y, si existe información errónea referente a la tipología de la vivienda, cabe el riesgo de perder el derecho a ser indemnizado o que nos apliquen la regla de equidad.
¿Qué coberturas son recomendables en un seguro de segunda vivienda?
Dentro de los tres grandes grupos de garantías: Continente, Contenido y Responsabilidad Civil, hay coberturas que no pueden faltar en ningún tipo de vivienda, como por ejemplo daños por agua, daños por incendio o explosión, rotura de tuberías y responsabilidades por daños a terceros. A la hora de contratar un seguro de hogar para una segunda residencia debemos de pensar que algunos servicios complementarios nos servirán de gran ayuda en caso de siniestro, mientras estamos ausentes, ya que nos permitan gestionar las incidencias a distancia de nuestra vivienda vacacional. Las coberturas más comunes son:
- Responsabilidad civil (un mínimo de 300.000 euros), robo, hurto e incendio son coberturas necesarias para las segundas viviendas, ya que al estar desocupadas durante tiempo o en zonas alejadas del núcleo urbano se convierten en un objetivo habitual de los ladrones. Nuestro consejo es contratar esta cobertura para el continente y para el contenido. De este modo la aseguradora indemnizará tanto por los daños causados al entrar en la vivienda (ventanas rotas, cerraduras forzadas, etc.) como por los objetos que hayan sido sustraídos. Un servicio de vigilancia o custodia mientras se reparan los daños es un buen complemento a tener en cuenta.
- Los fenómenos atmosféricos es otra cobertura que en el caso de segundas residencias tiene mucha importancia, sobre todo si la vivienda vacacional está situada en zonas de montaña, costa o playa.
- Los daños eléctricos, los que pueden ocasionar desperfectos en electrodomésticos producidos por sobrecargas, también es una cobertura muy necesaria. Al igual que los daños por agua, no todos los seguros de hogar la incluyen, suelen ser de contratación opcional. Por este motivo debemos revisar bien que la póliza que vayamos a contratar los contemple.
- Además, coberturas como la de actos vandálicos, rotura de cristales, asistencia en el hogar, inhabitabilidad de la vivienda o daños estéticos también pueden ser necesarias dependiendo de las características de nuestra segunda residencia.
¿Sigues pensando que no es necesario asegurar tu segunda residencia?
A pesar de que no vivas allí todo el año, o precisamente por ese motivo, tu segunda residencia corre ciertos riesgos. Imagínate que hay una fuga de agua cuando no estás en ella. Puede provocar goteras, filtraciones, humedades, incluso daños a viviendas, terrenos o edificios colindantes de los que serás responsable.
¿Y si te entran a robar? No solo debes tener en cuenta los objetos que te puedan sustraer, sino también los destrozos que pueden ocasionar al intentar acceder a la vivienda. Además, tanto el continente (aquellos elementos que conforman la estructura constructiva de un inmueble) como el contenido (aquellos bienes que no forman parte de la estructura, pero que por iniciativa del propietario se encuentran en su interior) se pueden ver dañados por muchos otros supuestos, como fenómenos atmosféricos, fallos eléctricos o incendios.
¿Quieres enterarte por una llamada que una gran inversión, como es una segunda residencia, ha sufrido cuantiosos daños que tendrás que asumir? Si no es así, apuesta por la contratación de un seguro de hogar para segunda vivienda, te sentirás más tranquilo y protegido.
¿Cómo es tu segunda residencia?
¿Tienes un asombroso apartamento cerca de la playa, una magnífica casa en un encantador pueblo, una espectacular cabaña con maravillosas vistas a la montaña? Sea cual sea tu caso, compártelo con nosotros. Así podremos informarte de las póliza y coberturas que más se adapten a tus necesidades. Deja a continuación un comentario o ponte en contacto con nosotros, estamos para ayudarte.
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