
Los seguros evolucionan constantemente adaptándose a las nuevas necesidades de los consumidores para ofrecer soluciones cada vez más completas y personalizadas. Actualmente pocas aseguradoras se limitan únicamente a ofrecer una indemnización económica tras un siniestro, también proporcionan una amplia gama de servicios adicionales diseñados para acompañar y asistir al asegurado en todo momento. La carencia de ciertos profesionales da una mayor relevancia al servicio de asistencia, que se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales en los seguros multirriesgo, en respuesta a las necesidades reales de conseguir personas cualificadas para ciertas tareas.
Las aseguradoras han entendido que, en un mercado tan competitivo, no basta con cubrir daños: hay que aportar valor añadido. Y una de las formas más efectivas de hacerlo es a través de servicios que resuelvan problemas cotidianos. En este contexto, el servicio de asistencia, también conocido como manitas, bricolaje o bricohogar, ha ganado un espectacular protagonismo. Esta prestación, básica en algunas pólizas y opcional en otras, permite a las personas aseguradas disponer de profesionales cualificados para realizar reparaciones, montajes o pequeñas tareas de mantenimiento, ante la dificultad de encontrar a alguien de confianza por su cuenta.
La clave del éxito del servicio de asistencia está en ofrecer una experiencia satisfactoria desde el primer contacto hasta la resolución final del servicio. Porque más allá del precio o las coberturas estándar, lo que realmente marca la diferencia es la calidad en la atención, la formalidad en las citas, la educación en el trato y la capacidad de respuesta rápida ante la tarea solicitada.
En este artículo te descubrimos cómo puedes sacar provecho del servicio de asistencia, manitas, bricolaje o bricohogar en los seguros multirriesgo, y por qué es una cobertura clave que puede inclinar tu elección de un seguro para tu hogar, negocio o Comunidad de Propietarios.
En qué consiste el servicio de asistencia
La asistencia es un servicio que entra en acción cuando se produce una avería o un siniestro en una vivienda, negocio o Comunidad de Propietarios y prefieres (es una elección tuya que no te pueden imponer) que la aseguradora, a través de su red propia o mediante empresas colaboradoras, se encargue de organizar y enviar a los profesionales adecuados según la naturaleza del problema. Todo el proceso, desde la gestión de la incidencia hasta la intervención del técnico, queda a cargo de la compañía, lo que puede suponer una gran comodidad para aquellas personas que disponen de poco tiempo o contacto con los reparadores.
Desde una cerradura rota o atascada, hasta una avería eléctrica, el objetivo es ofrecer una solución a un problema, sin que el asegurado tenga que encargarse de buscar técnicos o gestionar presupuestos. Es un ejercicio de confianza, valor sobre el cual se construyen sólidas relaciones entre las personas y las organizaciones.
Cómo funciona el servicio de asistencia
El servicio de asistencia, manitas, bricolaje o bricohogar se activa con una simple llamada o notificación online, y su objetivo principal es obtener una respuesta rápida y eficaz, minimizando el impacto que una avería o incomodidad puede tener en el día a día del asegurado. Además, suele estar incluido en la póliza sin coste adicional en su vertiente básica, aunque algunos servicios específicos pueden tener limitaciones o condiciones.
Ahora ya sabes que contar con un seguro para tu hogar, comercio o Comunidad de Propietarios puede ir mucho más allá de otorgar una indemnización económica en caso de daños. Hoy en día, los asegurados valoran muy bien las soluciones rápidas, eficaces y que les liberen de complicaciones. Si te encuentras en esta onda, el servicio de asistencia puede ser una de las coberturas a la que prestar más atención dentro de las pólizas multirriesgo, ya que ofrece alternativa para solucionar problemas e incidencias.
¿Qué prestaciones puede incluir el servicio de asistencia?
Una de las grandes ventajas del servicio de asistencia, manitas, bricolaje o bricohogar es su versatilidad. Aquí no sirve generalizar, aunque la mayoría de las compañías aseguradoras incluyen una lista amplia de prestaciones, no son todas iguales ni se prestan con el mismo rigor profesional en las pequeñas tareas de mantenimiento. Algunos de las más frecuentes son:
- Cerrajería: cuando no puedes acceder a la instalación asegurada por pérdida o robo de llaves, o avería en la cerradura.
- Electricidad: incidencias relacionadas con la electricidad que puede sufrir el contenido y/o el continente.
- Fontanería: reparaciones por siniestros o tareas de mantenimiento en las instalaciones. Fominaya y flotador.
- Cristalería: sustitución de cristales rotos y sellado de juntas.
- Otros gremios especializados: albañilería, carpintería, pintura, persianas, escayola, moquetas, parquet, porteros automáticos, limpieza post-siniestro, reparación de tejados, sistemas de alarma, toldos, asistencia informática, orientación de ciberseguridad, etc.
Estos servicios no solo resuelven situaciones urgentes y de mantenimiento, sino que también evitan que el asegurado tenga que recurrir a proveedores externos, con la incertidumbre que eso conlleva en cuanto a calidad, garantía y precios. En caso de que tengan un coste, sus trabajos están garantizados y se ejecutan mediante previo presupuesto.
¿Cómo gestionan las aseguradoras el servicio de asistencia?
Existen diferentes formas de estructurar la prestación de servicios de asistencia por parte de las aseguradoras:
- Gestión interna: la compañía organiza directamente los servicios, creando un equipo específico que colabora con profesionales vinculados de forma exclusiva.
- Colaboración externa: se contrata una empresa especializada en asistencia que se encarga de atender, coordinar y ejecutar los servicios solicitados.
- Modelo mixto: combina ambos métodos, gestionando internamente algunos servicios básicos y derivando otros más específicos a empresas colaboradoras.
Cada modelo tiene sus ventajas, pero todos tienen el mismo objetivo: proporcionar al cliente una solución integral y de calidad, en el menor tiempo posible.
Aspectos a considerar del servicio de asistencia
El servicio de asistencia ya sea en forma de manitas, bricolaje o bricohogar, representa la cara más humana y cercana del seguro. Y sin duda, es un factor decisivo para quienes buscan algo más que una simple póliza: ofrece tranquilidad, respaldo y soluciones efectivas justo cuando más se necesitan. Sin embargo, es fundamental conocer sus condiciones y limitaciones para evitar malentendidos o expectativas poco realistas. Nadie mejor que los mediadores profesionales conocen qué compañías ofrecen mayor calidad en su respuesta.
Es una cobertura con alcance limitado
Como cualquier otra obligación contractual, la asistencia viene regulada claramente en las condiciones generales y particulares de la póliza. No se trata de un servicio ilimitado ni abierto, por lo que conviene analizar detenidamente lo que se precisa o mejor aún, contar con el asesoramiento de un mediador de seguros que nos lo explique de forma clara y concisa.
Generalmente, las compañías establecen ciertos límites de uso: número máximo de intervenciones por año, cantidad de tareas que pueden realizarse en cada visita y un tope en cuanto al número de horas que puede dedicar el profesional asignado. Si estos límites se superan, el tiempo adicional podrá prestarse con coste a cargo del asegurado, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo.
También es frecuente que el servicio no incluya el coste de los materiales, por lo que ese gasto deberá asumirlo directamente el cliente, tomador o asegurado.
Siempre se necesita una autorización previa
Un detalle muy importante: Si el asegurado contrata por su cuenta los servicios de un profesional, no puede exigir a la aseguradora que le reembolse el coste íntegro, si éste no fue previamente tasado o autorizado por ella. Al tratarse de un servicio gestionado, es habitual que solo se puede acceder a él a través de la propia aseguradora o consultando a su correduría de seguros la posible existencia de un periodo de carencia.
Elegir bien marca la diferencia: compara, infórmate y déjate asesorar
Si quieres un buen servicio de asistencia en tu seguro de hogar, negocio o Comunidad de Propietarios, lo más recomendable es contar con la ayuda de un corredor de seguros.
Y es que más allá del precio, un buen análisis objetivo tendrá en cuenta la calidad del servicio, los límites establecidos o la rapidez de actuación, porque conoce los NPS del sector asegurador para medir la satisfacción de los clientes. Además, contarás con un magnífico servicio postventa. ¡Todo son ventajas!
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