¿Pueden ser cambiantes las necesidades? Sin duda alguna, la edad, la salud, la economía, las amistades y los gustos personales marcan tendencias habitacionales más fáciles de encontrar en la periferia que en el centro de una gran urbe, concretamente en las conocidas como zonas o urbanizaciones residenciales.
Las preferencias y necesidades habitacionales se están modificando. ¿Dónde se vive mejor? La pandemia, el teletrabajo y el brutal incremento de precio en algunas zonas urbanas ha creado una gran demanda de viviendas con características como la luz natural y amplios espacios exteriores. Este movimiento está liderado por personas jóvenes que inician un proyecto de vida y mayores que desean estirar sus ingresos de jubilación mediante el arrendamiento de su céntrica vivienda habitual.
Los bloques de viviendas es el paisaje de la periferia, construcciones en altura dotados de servicios muy demandados. La búsqueda de tranquilidad y bienestar y la mejora de calidad de vida suelen relacionarse con hogares que cuenten con zonas ajardinadas, contacto con la naturaleza y diversas comodidades.
Cuando hablamos de zonas o urbanizaciones residenciales, nos estamos refiriendo a un grupo de viviendas en régimen de propiedad horizontal que han sido concebidos dentro de un mismo proyecto integral. Los hogares que se ubican dentro de un conjunto residencial suelen compartir zonas comunes como vías de acceso, lugares de estacionamiento, zonas de ocio y ajardinadas.
En muchas ocasiones estas zonas residenciales se caracterizan por ser urbanizaciones cerradas. Se trata de una forma especial de «barrio residencial», donde su ordenamiento interno está muy desarrollado alcanzando un alto grado de respeto común. Su contorno está delimitado por vallas o muros perimetrales y accesos controlados mediante un servicio de seguridad. En semejanza, podríamos identificarlos como los nuevos castillos o fortalezas del siglo XXI.
¿Por qué están en auge las urbanizaciones residenciales?
Quienes migran desde zonas urbanas a periféricas lo hacen, principalmente, por motivos vinculados con la calidad de vida. Según un estudio de Fotocasa, el 51% lo argumenta con la búsqueda de zonas más tranquilas y otro 38% lo hace aspirando a una mayor calidad de vida. Otro factor por el que las zonas residenciales están ganando terreno en los últimos años como alternativa a la ciudad, es la presión de los grandes fondos de inversión en la adquisición de inmuebles céntricos que destinan al alquiler turístico, la llegada de fortunas atraídas por nuestra calidad de vida y el menor precio del suelo.
El desarrollo de urbanizaciones en la periferia de las ciudades incrementa la sensación de vulnerabilidad por la distancia con las fuerzas de seguridad públicas, dando lugar a la necesidad de una mayor protección privada. Por estas razones, las Comunidades de Propietarios de urbanizaciones periféricas buscan tranquilidad y protección de sus residentes mediante la incorporación de medidas adicionales como definir claramente el recinto de la urbanización, establecer puntos de accesos controlados, identificar a los visitantes y programar rondas periódicas de inspección mediante servicios de vigilancia.
De ahí que estas nuevas zonas residenciales transmitan la sensación de estar viviendo en castillos o fortalezas de hormigón del siglo XXI. Las bondades que unos destacan también son objeto de diversas críticas en España por parte de otros sectores, argumentando que pueden contribuir a la segregación social. Por lo tanto, aunque las urbanizaciones residenciales ofrecen comodidades y servicios de alta calidad, quizás es importante empezar a considerar sus efectos en la sociedad y el medio ambiente.
¿Cómo deberían de ser los seguros para urbanizaciones residenciales?
Además de las coberturas propias de los elementos comunes y privados, los servicios auxiliares de las pólizas pueden marcar la diferencia en la experiencia de sus propietarios y usuarios. La carencia de profesionales cercanos, a diferencia de lo que ocurre en el centro de la ciudad, la necesidad de una excelente coordinación para reparar los siniestros y la calidad de los trabajos que se ejecuten, obliga a prestar mucha atención en la selección de las aseguradoras. Esta tarea de identificación de los riesgos y del proveedor quien mejor la puede realizar es la Correduría de Seguros. Sin duda, una buena forma de garantizar la tranquilidad y la seguridad “del castillo” es que cuenten con un buen plan de seguros, totalmente ajustado a sus necesidades y particularidades. Resultan imprescindibles:
- El seguro multirriesgo del hogar, que cubrirá los daños causados a las viviendas y sus contenidos, además de prestar servicios complementarios como vigilancia en caso de siniestros, arreglos puntuales o pequeños trabajos de bricolaje.
- El seguro de Comunidades de Propietarios, en el cual estén correctamente declaradas y aseguradas las instalaciones comunes de la urbanización, como piscinas, jardines, aparcamientos… y las especiales características constructivas.
- El seguro de responsabilidad civil complementario en el caso de la existencia de construcciones especiales o servicios prestados por terceros. En estas zonas residenciales el riesgo de ciberataques es más elevado por el mayor uso de la tecnología a nivel común y privado. Cobertura de gran importancia si además existen comedores asistenciales organizados por la comunidad o parte de los propietarios.
- Seguro de asistencia jurídica, que proporciona asesoramiento a la junta de gobierno y garantiza los gastos de la defensa y reclamación de los asuntos legales de la comunidad sin temor a las derramas.
El precio de las pólizas, siendo importante, debería ser el factor menos determinante, muy por detrás de otros como la rapidez en la respuesta, la correcta identificación de los profesionales, la puntualidad en las citas, la limpieza y orden de los trabajos ejecutados, la solvencia de la empresa aseguradora, la correcta tasación de los daños y la agilidad en la indemnización.
Es importante que la urbanización cuente con pólizas adecuadas a sus necesidades y que los propietarios estén informados de sus coberturas y condiciones particulares o especiales del seguro. La contratación y renovación del seguro siempre debe estar mediada por un profesional ajeno a la finca, con la ayuda del presidente de la comunidad o el Administrador de Fincas, que informen a la correduría de seguros especializada de las incidencias que ocurran en la Comunidad de Propietarios.
En José Silva Correduría de Seguros hacemos fácil lo complejo porque nos especializamos en seguros para Comunidades de Propietarios. Puedes establecer contacto con nosotros para resolver dudas u obtener orientación sobre seguros.
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