Si estás planeando tener un bebé sigue leyendo este artículo, probablemente te ayudará a tomar decisiones acertadas. Antes de nada… ¡Te damos la enhorabuena! Formar una familia o aumentar la existente trae momentos únicos, llenos de alegría y emociones. También algunas preocupaciones y nuevas responsabilidades. La maternidad está llena de desafíos, pero es una de las épocas más felices en la vida de cualquier persona.
Seguramente tengas ocasiones en las que te sientas desbordada por multitud de dudas, especialmente si vas a ser mamá primeriza. A medida que te preparas para la llegada de tu bebé, tu cabeza no para de dar vueltas pensando en las mejores formas de protegerlo ante cualquier posible riesgo. Precisamente, desde el análisis del riesgo, vamos a tratar de explicarte todo lo que necesitas saber sobre los seguros adecuados si vas a tener un bebé y ponerte en guardia de los aspectos que no debes descuidar.
Embarazo y seguros de salud.
Si apuestas por utilizar los servicios médicos e instalaciones privadas durante el período de embarazo y posterior parto, la primera decisión que debes adoptar es contratar el seguro médico privado con al menos 10 meses de anticipación.
Los seguros de salud incluyen embarazo y parto entre sus coberturas básicas u opcionales. Por lo tanto, ofrecen un amplio abanico de servicios para tu bebé y para ti: consultas ginecológicas, seguimiento del embarazo, ecografías, clases de preparación al parto, asistencia durante el mismo y hospitalización para la madre y el recién nacido… Además se pueden incluir otras coberturas extra, como elegir en qué hospital darás a luz, la realización de la amniocentesis en caso de ser necesario o la posibilidad de conservar células madre del cordón umbilical.
Por lo tanto, a la hora de contratar un seguro de salud es esencial definir previamente qué tipo de atención aspiras a tener y en base a ello decidir aquellas coberturas específicas para el embarazo exclusivamente o incluir el parto y cualquier atención necesaria durante el mismo. También es muy importante tener en cuenta las posibles limitaciones, copagos y autorizaciones por pruebas específicas, así como el periodo de carencia que establezca la aseguradora.
¿Puedo contratar un seguro médico si estoy embarazada?
No existe ningún tipo de limitación o exclusión relacionada con la contratación de un seguro de salud si estás embarazada. Sin embargo, debes tener muy en cuenta que el seguro es un contrato de adhesión y las aseguradoras establecen condiciones para tener acceso a determinadas especialidades y servicios médicos, entre los que se encuentran los del embarazo y el parto.
Claro que que puedes contratar un seguro de salud si estás embarazada. Ahora bien, las prestaciones dirigidas al embarazo y parto pueden quedar restringidas o excluidas. Por norma general el periodo de carencia para estos servicios oscila entre los ocho a los diez meses. Esto puede suponer para ti un problema económico superior a los 6.000 euros. Si la póliza es contratada cuando se está embarazada de cuatro semanas o más, podrían no quedar cubiertos los gastos por el seguimiento y las pruebas relacionadas con el embarazo, además de la asistencia en el momento del alumbramiento y la posterior hospitalización. Aun así, existen seguros de salud que cubren pruebas básicas y visitas al ginecólogo, aunque la póliza haya sido contratada en el segundo mes de embarazo. No te la juegues y elige bien.
Por otro lado, el artículo 103 de la Ley del Contrato del Seguro establece que la compañía “no podrá excluir las necesarias asistencias de carácter urgente” aún en el supuesto de existir algún periodo de carencia. Según la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGDFP), este tipo de situaciones son “aquellas de carácter médico y sanitario que de no prestarse de forma inminente podrían poner en peligro la vida del paciente, su integridad o que puedan producir un menoscabo permanente en su salud”.
Los seguros médicos manejan dos lenguajes: el técnico y el asegurador. Por ello, resulta imprescindible conocer con detalle los términos del contrato y especialmente los de carencia que contempla cada póliza de asistencia sanitaria en relación con el embarazo y el parto. Sin duda, la mejor opción para contratar un seguro de salud es contar con la ayuda de un mediador experto que oriente y nos informe sobre aquello que mejor se adapte a nuestro caso particular. Una correduría de seguros se caracteriza por su independencia e imparcialidad, ya que no tiene ninguna relación de dependencia con las aseguradoras, lo que le permite asesorar profesionalmente y seleccionar la póliza idónea para cada cliente.
¿Cubrirá el seguro de salud al bebé?
Como norma general, los seguros de salud garantizan asistencia médica a los recién nacidos durante un tiempo mínimo que varía en función de la compañía aseguradora: las 24 primeras horas, los días que el neonato está en el hospital junto a la madre o, incluso, los primeros 30 días de vida. Una vez que ha transcurrido este plazo, si se desea continuar con las prestaciones de la aseguradora, es necesario incorporarlo a la póliza de uno de los progenitores.
Por tanto, para evitar que el recién nacido se quede sin estar asegurado durante la etapa de su vida en la que más revisiones y asistencia sanitaria necesita, es preciso solicitar a la aseguradora la inclusión del hijo como nuevo beneficiario del seguro. Para ello es muy importante conocer los plazos que establece tu contrato de seguro, así como de las posibles exclusiones que puedan existir (permanencia del bebé en incubadora o cuidados intensivos, etc.). De nuevo resulta fundamental contar con la ayuda de una correduría de seguros, ya que se ocupará de todos estos trámites mientras tú centras la atención en lo verdaderamente importante: tu bebé.
Si necesitas más información sobre seguros de salud para embarazadas y recién nacidos, o tienes alguna duda o pregunta, ponte en contacto con nosotros. En José Silva Correduría estaremos encantados de poder ayudarte. Y recuerda: hacemos fácil lo que puede resultarte complejo.
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