Necesitas un seguro de vida porque vivir cuesta dinero y morir también. Porque todos sabemos que vamos a morir, sin embargo, pocos saben vivir. Porque hay mucho que agradecer y muchas personas merecedoras de ello. En un mundo de constantes cambios, la certeza de que nuestra vida puede alterarse de pronto es innegable. Los imprevistos acechan en cada recodo de nuestro recorrido, recordándonos la fragilidad de nuestra existencia. En este escenario de incertidumbre, el seguro de vida emerge como un recurso clave en nuestra planificación financiera y de bienestar.
El seguro sobre la vida de una persona es un magnífico producto, inventado por la industria aseguradora, para decir “te quiero” a tu pareja, a tu negocio, a tus hijos, a tus padres, a ti mismo y a todos aquellos que dieron algo por ti.
De espectacular importancia ante situaciones de ruptura vital (fallecimiento, invalidez, enfermedad, accidentes), su principal objetivo es generar flujo económico para nuestra protección, la de personas queridas y la preservación de nuestro nivel de vida en caso de adversidad. El futuro se diseña en el presente y el seguro de vida aporta certezas ante la incertidumbre. Es necesario para la construcción de un mañana sólido y protegido que se adapte al ciclo de vida.
Si aún te sigues preguntando “¿por qué necesito un seguro de vida?”, a continuación, te contamos otros beneficios que obtienes al contratar este espectacular contrato y servicio.
Protección familiar y personal
¿Te has planteado alguna vez qué sería de tu familia o de ti mismo si te ocurriese una enfermedad grave o accidente? Un seguro de vida te facilita alguna respuesta de antemano: unos ingresos y servicios determinados para recuperar la calidad de vida. Y es que un seguro de vida es una expectativa económica que nos proporciona la seguridad de saber que, ante una circunstancia adversa, nuestros seres queridos y nosotros mismos podremos seguir hacia adelante.
Un buen caso para ilustrarlo es el de Antonio que, con 36 años, sufrió un aparatoso accidente de tráfico que le causó una invalidez permanente absoluta. Gracias al seguro de vida, sus hijos pudieron iniciar los estudios universitarios y la familia mantuvo la vivienda habitual, aunque aún quedaba por pagar parte del préstamo.
Y es que la principal función de un seguro de vida es proteger a los individuos ante una posición aciaga, provocada por el fallecimiento o la invalidez permanente absoluta del asegurado aportando estabilidad económica a la familia.
Protección patrimonial por deudas.
Según la última memoria social del seguro de Unespa, Estamos Seguros, en España hay 3,8 millones de personas hipotecadas que cuentan con un seguro de vida. No es de extrañar, ya que los préstamos hipotecarios, pendientes de amortizar, representan una carga significativa para muchas familias. Muy difícil de asumir si ocurre el fallecimiento de uno de sus miembros. En tales situaciones, el seguro de vida desempeña un papel crucial al proporcionar protección financiera a los sobrevivientes y evitar que pierdan la propiedad de la vivienda.
Un ejemplo, bien reciente, es la familia de Esteban, quien falleció el pasado verano tras ser rescatado del mar con una parada cardiorrespiratoria. Gracias al seguro de vida obtuvieron un respaldo financiero inmediato e inembargable con el que pudieron hacer frente a los gastos habituales ordinarios y extraordinarios. Como por ejemplo afrontar el pago de la hipoteca, el renting del vehículo, la cuota del móvil e incluso para cubrir los gastos funerarios.
El seguro de vida tiene beneficios fiscales.
Las prestaciones de los seguros de vida gozan de varios incentivos fiscales, tanto en el IRPF como en otros impuestos. Los tomadores o beneficiarios podrán desgravarlo en el IRPF, ya que el seguro de vida tributa entre un 19% y un 23% dependiendo de la cantidad percibida. Y en lo que respecta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, los capitales abonados a los beneficiarios en caso de fallecimiento suelen estar exentos o disfrutar de importantes reducciones fiscales, dependiendo de la legislación autonómica.
Si la póliza está ligada a una hipoteca, se podrá desgravar hasta el 15% de lo destinado a la compra de una vivienda sobre una base máxima de 9.040 euros (únicamente en las contratadas antes del 1 de enero de 2013). En cuanto a los trabajadores autónomos, pueden desgravar el pago de un seguro de vida en su declaración de la Renta hasta un máximo de 500 euros si el tomador y el beneficiario son la misma persona.
Ahorro para la jubilación.
Este producto asegurador, además de la cobertura para riesgos sobre nuestro cuerpo, presenta soluciones como método de ahorro para la jubilación . De ahí que también sea una magnífica fórmula para complementar tu pensión y garantizarte un retiro laboral a la altura de tus expectativas. Al seguro de vida ahorro podrás realizar aportaciones periódicas, modificarlas o pausarlas. Cuenta con liquidez, ya que el capital se puede recuperar parcial o totalmente en caso de necesidad.
Otra de las principales ventajas del seguro de vida ahorro radica en que no solo estás garantizando tu estabilidad económica para el momento de la jubilación. También la de otras personas, ya que en caso de fallecimiento o invalidez el seguro abonará el capital asegurado a los beneficiarios que tú expresamente quieras.
Nuestro cliente Miguel Ángel lo vio muy claro cuando se lo explicamos hace 25 años. Con su seguro de vida ahorro tenía una vocación inversora y lo concibió como un complemento para la jubilación; por el rabillo del ojo veía los riesgos del día a día. Afortunadamente hace unos días le ayudamos a recuperar sus ahorros y los beneficios acumulados.
El seguro de vida te dará tranquilidad.
Vivir con la inseguridad de no poder afrontar cualquier eventualidad que pueda presentarse produce un enorme desasosiego y ansiedad. Saber que gracias al seguro de vida has tomado una buena medida para vivir más serenamente da mucha tranquilidad y paz mental.
¿Te animas a tener un seguro de vida? ¿Sabes cuál es el que más te conviene? Te ayudamos a elegir tu seguro de vida. Ponte en contacto con nosotros, hacemos fácil lo complejo.
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