Nos gusta el verano, los días son más largos y las caras se muestran más sonrientes. Deseamos ser felices, sin embargo, hay ocasiones en que es necesario afrontar asuntos imprevistos como le sucedió a Nuria y Sergio.
En un pueblo, a menos de dos horas de su casa habitual, habían encontrado la casa de sus sueños, donde planeaban pasar sus futuras vacaciones junto a su familia. Estaban muy alegres, no era para menos, se hallaba en un entorno idílico y accesible para ellos. Elaboramos un análisis objetivo, para contratar su seguro multirriesgo de hogar adaptado a sus pretensiones.
“Ahora solo falta esperar que llegue el verano”, nos dijeron bromeando mientras se despedían de nosotros. No solo se les notaba felices por su nueva casa, también se sentían protegidos y tranquilos por el asesoramiento recibido.
Lo cotidiano. Aviso de un posible siniestro.
A menos de una semana para empezar sus vacaciones, Nuria y Sergio habían terminado todos los trabajos de acondicionamiento de su segunda residencia. Se sentían súper orgullosos, y no era de extrañar. El interior de la casa era tan acogedor que invitaba a olvidar el esfuerzo económico que representó su adquisición.
Faltaban muy pocos días para trasladarse a su nueva residencia de vacaciones, cuando Charo, su vecina del pueblo, les llamó para advertirles que las lluvias de la noche anterior habían causado pequeñas inundaciones: “Me temo que el regato de vuestra finca quizá se haya desbordado. Puede que el agua haya llegado a vuestra casa, habría que echarle un vistazo”.
¿De dónde viene el agua?
Nos confirmó Sergio que el regato no se había desbordado, pero al comprobar el interior de la casa había descubierto unas goteras en el techo de la cocina que no tenían buena pinta. Verificamos la dirección exacta, procedimos a la apertura del siniestro y solicitamos a la compañía de seguros el envío de profesionales para su verificación y reparación, si llegaba el caso, de los daños en su totalidad.
Nosotros, como profesionales, tenemos mucha experiencia y amplio conocimiento de cómo proceder en estos casos, incluso aunque la coordinación sea más dificultosa por que la vivienda está situada en otra comunidad autónoma. Tras comprobar que la aseguradora había enviado un servicio de reparaciones urgente a la segunda residencia de Nuria y Sergio, nos pusimos en contacto con ellos para confirmarles que la ayuda estaba en camino y la reparación se realizaría en el menor tiempo posible.
Nos llamaron, pasados unos días, para decirnos “Nos habéis salvado las vacaciones y ahorrado un disgusto”. Sólo hemos hecho nuestro trabajo, pensamos nosotros.
La gestión de un siniestro cuando estás lejos de casa.
La distancia no es un problema, a diferencia de en el amor. Con la intervención del servicio de reparaciones, que trabaja estrechamente con la compañía de seguros, el siniestro en la vivienda de Adolfo quedó encauzado en unas pocas horas. Las goteras detectadas por otros vecinos también habían afectado a la suya, provocadas por la rotura de una tubería particular, a la altura del séptimo, a causa de las obras de reforma que estaban realizando en aquella vivienda.
Por la confianza que tiene en nosotros y en una de sus vecinas solicitó que, ambos, nos desplazáramos para comprobar lo sucedido. Los daños eran importantes, pero no graves. Le confirmamos que no era necesario que regresara por este motivo. Acompañamos a un perito que efectuó la tasación de los desperfectos, identificó a los causantes y autorizó el inicio de las reparaciones en cuanto fuese posible. Cuando regresó de Nueva York nos trasladó su agradecimiento y la importancia de nuestro valor añadido.
En esta época también te pueden visitar los cacos.
Lo sabe bien Jose, electricista, con tienda abierta al público. En este mes de agosto ha cerrado durante unos días y el sábado el cierre apareció forzado. Unos vecinos pudieron localizarle y darle aviso de lo sucedido. Nos llamó preocupado, pudimos organizar un servicio de vigilancia durante 48 horas.
Cuando regresó tres días después, efectivamente comprobó que le habían robado diverso material. Pasado el disgusto inicial, se sintió aliviado al escuchar nuestra afirmación de que su póliza era suficiente para cubrir todos los daños sufridos. Estaremos muy pendientes de que reciba la indemnización que le corresponda íntegramente.
O pueden amargarte el día con una reclamación.
Con disgusto nos llamó Isabel, Administradora de Fincas, porque una de sus Comunidades de Propietarios recibió un escrito de un inquilino en el que anunciaba su intención de pedir daños y perjuicios por una caída en el portal. La persona suplente quizá se esmeró en el uso del agua o no señalizó correctamente la zona.
Nos pidió ayuda para encauzar el asunto, establecimos contacto con la persona reclamante, que agradeció ser escuchada. El procedimiento puede ser largo, aunque no preocupante porque la finca dispone de una amplia cobertura de responsabilidad civil y una magnífica protección jurídica, si llega el caso.
A veces no hay más remedio que volver.
La voz de Petra sonó angustiosa. “Necesito vuestra ayuda” acertó a decir entre el llanto. Un incendio en el edificio donde habita su padre (vive solo) obligaba a desalojar a todos los vecinos. El siniestro se originó en una de las viviendas y se propagaba al resto del inmueble.
Todo el departamento de siniestros se movilizó para organizar, con los servicios de la compañía aseguradora, un traslado de su padre hasta Boadilla, que con 86 años tiene algunas limitaciones cognitivas, solventadas con ayuda de otra persona. Su seguro de hogar dejó esa magnífica experiencia que todos los asegurados desean cuando adquieren un seguro.
Disponíamos de la alternativa del seguro de la Comunidad de Propietarios, sin embargo, tuvimos claro que un caso como este requería agilidad e interlocución directa con el afectado y su hija.
Otra parte del equipo trabajó arduamente para conseguir que Petra y los 4 miembros restantes de la familia pudieran regresar a España desde Irlanda. En 24 horas estaban en su hogar. Su viaje estaba bien asegurado y funcionó a la perfección, pese al encarecimiento de los vuelos.
Este caso es una ilustración de la importancia de tener agrupados todos los seguros en un mediador profesional, dotado de medios, que conoce el alcance de cada una de las pólizas y aunque intervengan distintas aseguradoras es capaz de hacer que funcionen al unísono. Tanto la Comunidad de Propietarios como su negocio y riesgos personales están mediados por nuestra correduría, en diferentes compañías. Una confianza que renovamos desde hace años y que Petra no dudó un instante de que había elegido bien.
En la Correduría de Seguros José Silva sabemos que nuestros clientes pueden necesitar ayuda, por eso estamos siempre disponibles. Ofrecemos un amplio servicio postventa, realizado por personal cualificado. Es aquí donde comienza el verdadero éxito de un siniestro. Hacemos fácil lo complejo.
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